Desde muy antiguo, las montañas y valles de Benifallet han conocido las huellas del hombre, con desniveles superiores a los 900 m que tienen un particular cromatismo y morfología.
De época neolítica es la estación rupestre de la Cueva de Culla. El grupo pictórico representa dos figuras humanas muy estilizadas y pintadas con color negro.
En la cueva de la Aumidiella se localizaron fragmentos de cerámica cardial con decoración impresa y un magnífico vaso campaniforme. También se han encontrado útiles líticos de sílex.