
Las olivas Arbequinas son las olivas maduras más pequeñas, solo por este hecho ya llaman la atención. Nosotros decimos que son como pipas: pequeñas y viciosas. Los olivos de esta variedad son muy productivos y el aceite que produce es muy apreciado, es por esto que su cultivo se ha extendido a doquier, empezando su expansión desde la Población Leridana de Arbeca. El nombre de esta población es la responsable etimológica de la Arbequina.
Las Arbequinas que se destinaran para aceituna de mesa, se recolectan verdes, durante el otoño. El momento optimo de recolecta es cuando cambian de color: del verde pistacho al morado. Es curioso ver como una vez transcurridos los seis meses de maceración dentro de un trujal con agua y sal, las aceitunas abandonan los colores vivos (verde/morado) para lucir un color ocre brillante.
Es una oliva redondita y relativamente poco carnosa, así mismo suple este aspecto compensándolo con la intensidad de su característico gusto, la carne de esta variedad tiene una tonalidad ocre, y el hueso es redondeado.